Si eres un amante del mundo del motor es posible que en alguna ocasión te hayas preguntando la cantidad de elementos que conforman un vehículo. Saber de cuántas piezas dispone un vehículo no es nada sencillo, ya que hay que tener en cuenta tanto las piezas grandes como las más pequeñas, es decir, desde una puerta, un asiento o un neumático hasta un simple tornillo o una arandela.
Además, hay que tener en cuenta la evolución en la industria de la automoción, lo que ha hecho que, con el paso de los años, los coches tienen un mayor número de piezas. La única excepción la encontramos en el mundo de la competición, donde los coches están pensados para minimizar al máximo estas para tener bajo control el peso del vehículo. Sin embargo, en los vehículos de calle el número de piezas crece al mismo tiempo que lo hacen las prestaciones, ya que la mayor parte de las mejoras implican el uso de más elementos.
Pese a ello, siempre habrá algunas piezas de las que es posible prescindir y otras que son indispensables y que harán que siempre sea necesario buscar recambios de calidad para sustituirlas, ya que sin ellas el coche no funcionaría o no lo haría de una manera apropiada.
Asimismo, hay que destacar también las piezas que, pese a que no son imprescindibles para su funcionamiento, sí que son importantes, como es el caso de los elementos de seguridad, como los faros o los limpiaparabrisas que, aunque realmente no impiden que el vehículo funcione, sí deben estar presentes.
¿Cuántas piezas tiene un coche?
El número de piezas de cada coche depende de diferentes factores, como son el tipo de vehículo, el modelo o la antigüedad, entre otros. Por ello, para poder saber el número de ellas que tiene un vehículo tendrás que tener en cuenta la ingeniería que hay tras su creación.
En cualquier caso, de forma estimada, podemos hablar de que un coche actual cuenta con entre 75.000 y 90.000 piezas, aunque estas irán en aumento a medida que vayan llegando nuevos modelos con más accesorios.
El reciclaje de vehículos
El proceso de reciclaje de un vehículo es necesario en el momento que un automóvil ya no puede continuar siendo utilizado. Una vez que se da de baja el vehículo, lo primero que se debe realizar es descontaminarlo, para lo cual se retiran los líquidos y el resto de elementos que puedan considerarse residuos peligrosos, como es el caso de aceites, combustibles, líquido de frenos, baterías…., un proceso que se debe llevar a cabo un un desguace autorizado o Centro Autorizado de Tratamiento (CAT). Esto es necesario para asegurar que el proceso de reciclado se lleva a cabo de acuerdo a la ley medioambiental en España.
Antes de iniciar cualquier tipo de gestión al respecto, el CAT se encarga de comprobar la documentación del vehículo, para luego proceder a tramitar la baja definitiva del mismo en Tráfico, un primer paso antes de llevar a cabo el proceso de descontaminación.
Una vez que se encuentra en esta zona se retiran los elementos peligrosos y las piezas que aún se pueden utilizar como recambios de segunda mano se recuperan y testean para comprobar que funcionan de una manera correcta. Después del testeo, se clasifican y almacenan para ser comercializadas a un precio muy inferior al de un recambio original.
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