Los coches cuentan con diferentes elementos que son muy importantes de cara a mejorar la visibilidad al volante y que si tienen cualquier tipo de desperfecto puede llegar a ser muy perjudicial, pudiendo incluso derivar en un accidente. Este es el caso del parabrisas y el resto de cristales del automóvil, a través de los cuales es posible cerciorarse de todo lo que ocurre en la vía.
El parabrisas permite al conductor que se encuentre protegido de insectos, piedras… y también de otros elementos como lluvia, granizo, nieve…, siendo muy importante que siempre se encuentre en un perfecto aspecto tatno funcional como visual.
Sin embargo, con el paso del tiempo, es posible que estos sufran daños, en muchas ocasiones que vienen provocados por parte de los limpiaparabrisas, que se han puesto duros y que dañan el mismo. Lo mismo ocurre cuando en ellos hay polvo o arenilla que se acaba frontando y rayando el cristal.
Cómo pulir un parabrisas
Dado que no es lo mismo pulir la carrocería que pulir un cristal, a continuación te vamos a explicar los pasos que debes seguir para llevar a cabo un pulimento de cristales por ti mismo.
- En primer lugar es importante que tengas clara la elección de los mejores productos posibles para ello. En esta web de pulimento de cristales podrás encontrar los mejores productos.
- Una vez te hayas hecho con los productos apropiados, debes seleccionar la parte que vas a pulir de tu parabrisas, procediendo a limpiarla con abundante agua y jabón, pero sin frotar demasiado fuerte. De esta forma eliminarás el polvo o la arenilla de la superficie.
- Tras haberlo lavado debes secar bien con un paño limpio la superficie que vas a pulir y observar si está rajado o golpeado.
- Sigue las instrucciones del fabricante del producto de pulimento, que habitualmente consistirá en frotar por el parabrisas de forma suave de arriba hacia abajo. No obstante, también puedes recurrir al uso de una pulidora rotativa, que puede facilitar el trabajo, aunque también es más arriesgado porque puede ocasionar daños en el parabrisas por sus elevadas revoluciones si te excedes.
- Una vez que hayas aplicado el producto según las indicaciones del mismo tendrás que secar bien la superficie y podrás comprobar como hay una gran diferencie con las partes que no se han pulido.
- Cuando hayas concluido todo el proceso podrás lavar todo el parabrisas con un paño suave, agua y jabón y secarlo bien, pudiendo apreciar un resultado final libre de rayones y que te ofrecerá la mejor visibilidad.
Debes tener en cuenta que si tu parabrisas tiene un golpe o raja profunda, no lo debes pulir, ya que podría terminar de romperse. Además, evita utilizar papel de lija u otra superficie abrasiva, ya que estas provocarán daños en el parabrisas.
En cualquier caso, siempre debes utilizar productos de pulimentos de calidad para asegurarte de que puedes conseguir los mejores resultados y que al mismo tiempo no vas a sufrir daños en el parabrisas ni en el resto de cristales de tu vehículo.
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